El anillo vaginal es un método anticonceptivo formado por un anillo de plástico flexible libre de látex, que se inserta a nivel vaginal generando una liberación continua de hormonas. Es considerado un método seguro y cómodo, ya que suele ser imperceptible a la hora de su uso. El dispositivo administra la dosis diaria de hormonas de manera directa, las cuales son absorbidas por la mucosa vaginal, liberando menos concentración de hormonas en la sangre que otros métodos anticonceptivos hormonales.
¿Cómo se usa?
El dispositivo se inserta en el fondo de la vagina, quedando en ese lugar durante tres semanas y luego se retira por una semana para dejar que ocurra el sangrado menstrual normal. Después de esa semana se vuelve a insertar el nuevo anillo por 3 semanas y así sucesivamente. Para quienes deseen alargar el tiempo sin sangrado menstrual, pueden renovar el uso del anillo de forma continua, es decir, cambiando el anillo cada 3 semanas, sin la semana de pausa entre medio. Si se considera esto último, es probable que existan pequeños sangrados tipo goteo durante el proceso, los que no tendrían consecuencias en la eficacia y sólo podría significar un poco de incomodidad.
¿Es difícil colocarlo?
Alrededor del 100% de las mujeres no siente el anillo cuando lo está usando, sin embargo, existe cierta resistencia por parte de las mujeres a la acción de introducir algo en la vagina, debido a la falta de educación sexual y al desconocimiento del propio cuerpo. Es importante aprender a conocer el propio cuerpo y las partes que lo componen, solo así cada mujer podrá decidir qué método anticonceptivo le acomode más. Un ejercicio sencillo es el de sentarse frente a un espejo e intentar identificar las estructuras y partes que componen el área genital de cada una.
¿Cómo colocarlo?
Una de las formas más usadas para insertar el anillo es de pie. Es recomendable presionar el anillo para que quede en forma de 8 antes de introducirlo y luego empujarlo hacia adentro levantando un pie para facilitar la entrada. Con el dedo índice o medio se debe empujar hasta el fondo de la vagina.
Si al caminar sientes alguna incomodidad, probablemente el anillo esté muy afuera, por lo que deberás volver a empujarlo de la misma manera, o simplemente repetir el procedimiento. Cuando el anillo queda en el fondo de la vagina, éste no debería sentirse, ya que es ahí donde tenemos menos terminaciones nerviosas, ¡éste no se siente! No importa la forma en que quede puesto el anillo, si éste ya está en contacto con la vagina, el dispositivo hará su efecto.
El anillo vaginal es uno de los métodos anticonceptivos de hormonas combinadas que mejor logra controlar el sangrado menstrual, disminuyendo su cantidad y acortando su duración. Además, es fácil, cómodo y permite a la mujer sentirse libre de la preocupación diaria que otros métodos anticonceptivos pueden generar.
Dra. Beatriz Guendelman